Gracias a los dispositivos de localización empleados, una iniciativa pionera en Galicia y de la que apenas existen precedentes en el resto del mundo, se recogieron ya más de 11.000 posiciones GPS en los dos últimos años
Los buenos resultados de la experiencia piloto impulsada en 2018 para hacer un seguimiento a distancia de las poblaciones de cormorán cristados de las Illas Atlánticas llevó a la dirección del Parque Nacional a darle continuidad este año e incluso, a extender el sistema de vigilancia remota a más ejemplares. Así, el pasado mayo se equipó con un dispositivo de localización a dos machos pertenecientes a las colonias de la isla del Faro, en el archipiélago de las Cíes, duplicando de este modo la muestra de partida.
Según el balance provisional del proyecto, este año ya se recogieron cerca de 7000 posiciones, a las que hay que sumar las más de 4000 que fueron transmitidas en 2018 por las dos hembras de Ons y Sagres, las primeras equipadas con dispositivos remotos en el marco de esta iniciativa. El seguimiento realizado hasta estos momentos, a pesar de basarse en una muestra de tan solo cuatro aves (una de ellas dejó de transmitir en diciembre de 2018), ha proporcionado datos de gran interés.
De este modo, la distribución de las posiciones GPS de los animales objeto de estudio indica que, en conjunto, los cormoranes suelen utilizar un área marina muy extensa de las Rías Baixas, aunque con marcadas diferencias entre individuos. Así, las aves de Cíes extendieron su actividad por las aguas de Cíes, Ons, Onza, Nerga, Aldán, Sálvora, Ribeira e incluso A Illa de Arousa. Con todo, el comportamiento de la hembra procedente de Sagres es distinto, ya que suele desplazarse poco, siendo raro que abandone las aguas entre Aguiño y Sálvora.
Los datos recogidos entre el año pasado y lo que llevamos de 2019 sugieren que una parte importante de las poblaciones de esta ave presentes en el Parque Nacional podría estar alimentándose de manera rutinaria fuera del espacio protegido, y que incluso pasarían largas temporadas fuera de él. Se trata de una de las conclusiones más relevantes del proyecto por sus implicaciones a la hora de diseñar e impulsar estrategias de conservación efectivas para estas poblaciones amenazadas.
Hace falta recordar que el cormorán cristado cuenta en el archipiélago de las Cíes con un núcleo reproductivo esencial para la supervivencia de la especie en la Península Ibérica. El patrón de dispersión y uso del espacio detectado por los transmisores de seguimiento en los que se basa el proyecto apoya y da sentido biológico a la necesidad de ampliar la protección al espacio marino existente entre los cuatro archipiélagos que componen el Parque Nacional y las aguas costeras de la boca de las rías.
Dispositivos ultraligeros e impermeables
Los dispositivos que se emplean para marcar a las aves se caracterizan por ser ultraligeros, con apenas 17 gramos de peso, y por su capacidad para transmitir posiciones GPS por la red GSM, la misma que hasta hace poco utilizaban los teléfonos móviles.
Al tratarse el cormorán de una ave buceadora, los aparatos también son hidrodinámicos y totalmente impermeables, además de resistir grandes variaciones de presión, ya que los cormoranes pueden llegar con frecuencia hasta los 30 metros de profundidad. Los dispositivos funcionan con un diminuto panel solar y se monitorizan directamente vía internet.
El empleo de estas tecnologías está siendo una de las últimas revoluciones en el campo del estudio y seguimiento de la fauna silvestre ya que permiten conocer, prácticamente en tiempo real, la localización exacta de los animales. Sin embargo, su aplicación para este tipo de ave resulta novedosa y pionera no solo en Galicia ya que apenas existen antecedentes en todo el mundo de su uso con cormoranes.
Fuente del artículo: C. de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda
Author: Cíes.gal
Redacción Cíes.gal.
