Parque Nacional marítimo-terrestre de las islas Atlánticas de Galicia. Archipiélagos de Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada.
Los sistemas dunares son medios con unas condiciones de extrema dureza para el desarrollo de las de la flora. Hábitats que deben soportar durísimas condiciones como alta insolación, sequía y una elevada salinidad. Además cuentan con un substrato muy pobre en nutrientes.
Debido a los vientos y ligereza de la arena sufren movimientos y cambios constantes.
Características todas, que exigen de las especies allí instaladas, una alta especialización, distribuyéndose las comunidades vegetales en franjas según la distancia al mar.
Las dunas, al fin, son depósitos de arena que el viento dominante transporta desde la parte alta de la playa hacia el interior.
Las playas y dunas, morfológica y evolutivamente dependen de varios factores como la energía del medio, el grado de exposición, las corrientes, el oleaje y el sedimento disponible.
El sistema playa-duna es por tanto un ecosistema morfológicamente inestable, con cambios constantes, dinámicas influenciadas por los vientos, corrientes y olas. De ahí su fragilidad ante actuaciones en el litoral que modifiquen la dinámica costera
Se encuentran en zonas resguardadas de la acción del oleaje donde predominan procesos acumulativos, formando sistemas sedimentarios de distinta entidad como estos sistemas de playas y dunas que se desarrollan en el margen este de las islas, hacia el interior de la ría.
La primera franja corresponde a vegetación de playas, donde crecen especies relacionadas con los aportes marinos y afectadas por el aporte de las mareas. Destacan la oruga de mar, la honquenia y el polígono de playa.
Este primer frente dunar o dunas primarias es el que está situado más cerca de la costa. Zona muy expuesta a la dinámica marina y arrasada frecuentemente por las olas. Aparece la grama marina, con largas raíces que le permiten fijarse al substrato y soportar así el efecto de las olas y el viento, pudiendo fijar arena tras de sí. Surgen otras especies como el cardo marino y la correola de playa.
Las dunas secundarias forman el segundo cinturón vegetal. También móviles aunque más estables, aquí se instalan una mayor variedad de especies que fijan una gran cantidad de substrato, actuando como reserva de arena que contribuye al equilibrio de la playa.
Es un sistema en constante movimiento, debido a la acción del viento y del mar. Aparecen especies como el barrón, la algodonosa, la correola de playa, lechetrezna de mar, azucena de mar, herba de namorar o camariña en Muxieiro-Cíes
La siguiente franja, más apartada del mar, es la duna terciaria o campo dunar, donde la salinidad y el viento van disminuyendo, aumentando así el número de especies vegetales en donde aparece el matorral de carrasco bravo,la escobilla parda, la rubia de mar, la camariña o la armeria pungens.
En claros de dunas secundarias y terciarias crecen comunidades caracterizadas por la violeta de dunas, silene de playa y paxariños amarelos.
Actualmente son sistemas en recuperación, normalmente vallados, para evitar el deterioro y la erosión que ocasionan las huellas y el pisoteo de los visitantes, que de forma incontrolada invadían algunas islas en temporada estival. Entre los años 20/60 del pasado siglo incluso era habitual extraer arena de estas dunas para la construcción.
En Cíes destacan las dunas de Rodas–Muxieiro, Viños, Areíña, Area Grande de Muxieiro, Figueiras y San Martiño. En Muxieiro aparece la camariña como un reducto del pasado.
En Ons destacamos las dunas de Canexol y Melide.
En Sálvora, las de O Almacén, Os Bois y Lagos.
En Cortegada no se dan las condiciones para que aparezcan estos sistemas dunares.
Imagen destacada: Santiago Boado Aguinaga.