La aguja colipinta (Limosa Lapponica) es una ave limícola.
Los adultos miden unos 38 cm. Patas y picos largos, este último revirado ligeramente hacia arriba, la cola con bandas delgadas blancas y negras. Es un poco más pequeña que la aguja colinegra (Limosa Limosa) a lo que se asemeja.
Sexos semejantes aunque la hembra muestra siempre una coloración más apagada y pico más largo. En plumaje invernal tiene las partes superiores pardas cenicientas y las partes inferiores claras. En plumaje estival, en este caso, tiene la cabeza, cuello y partes inferiores castañas rojizas.
Más costera que su pariente la colinegra es una ave migratoria en nuestro territorio que aparece principalmente a lo largo del período migratorio y con mucho menos frecuencia, durante el período de invierno. Ocupa arenales, estuarios, zonas húmedas costeras e incluso embalses de la costa cantábrica-atlántica de la Península,
Su dieta esta basada en una rica variedad de invertebrados, principalmente vermes, gusanos, pulgas de mar, insectos, moluscos, pequeños crustáceos y anélidos que captura en el barro, en ocasiones a cierta profundidad gracias a su largo pico.
Su hábitat es la tundra abierta, en zonas empapadas y marismas próximas a bosques del Ártico (incluida Islandia) y Alaska. Migran en invierno cara Europa occidental, África, sur de Asia, Australia y Nueva Zelanda,
En la península Ibérica se observa en paso e inverna en pequeña cantidad. En Galicia también, aunque sobre todo entre septiembre y octubre y como invernante no es escaso.
Durante sus migraciones aparece en zonas costeras de la península, aunque sea mucho más abundante en la fachada cántabroatlántica y bastante raro en el Mediterráneo. Es común, en las Islas Canarias.
Es un ave que migra dejando sus lugares de reproducción a finales del verano para pasar sus abrigos normales de invierno. En nuestro territorio se observa entre abril y junio, durante lo paso pre-nupcial, y en septiembre y octubre en el post-nupcial, tanto en la costa del Atlántico y del Golfo de Vizcaya, y en el Estrecho de Gibraltar.
Imágenes:
Basilio Cegarra