Parque Nacional marítimo-terrestre de las islas Atlánticas de Galicia. Archipiélagos de Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada.
Breve aproximación a la historia de la isla de Ons (I)
Desde la Prehistoria, en la Edad del Hierro, existen restos de asentamientos humanos en Ons, hallándose distintos vestigios como cuncheiros, hachas de talón de la Edad de Bronce o tres estaciones de arte rupestre. Son petroglifos, donde se presentan cazoletas, pías y círculos concéntricos. Existe además un poblado de época castrexa, el «Castelo dos Mouros», en una colina encima del barrio de Canexol. Aún sin excavar y escondido entre el matorral permite percibir fosos y parapetos defensivos.
Bajo el castro se encuentra la «Cova da Moura», que imaginariamente tiene un túnel que enlaza con el islote del Cairo, frente a la playa del Canexol. Aquí quedan restos de una probable factoría de salazón romana de época antigua.
Las islas de Ons y Onza aparecen documentadas por primera vez en el Alta Edad Media, en el siglo IX, cuando son donadas sucesivamente a la Iglesia por distintos monarcas. Época en la que suponemos de la existencia de un convento e iglesia de San Martiño, aunque no se encontraron los restos. Lo mismo ocurre en la Baja Edad Media, donde existiría un monasterio, aunque hasta hoy sólo conocemos la existencia de un sepulcro antropomorfo excavado en la roca, en el islote de la «Laxe do Crego», frente a la playa Area dos Cans.
La cubierta del sepulcro está expuesta en el Centro de Visitantes de la isla de Ons.
En la época moderna, en los siglos XVI, XVII y XVIII, la isla pasaría a ser propiedad de la familia Montenegro (más tarde de los Valladares ) a quien se la concedió en feudo a Iglesia, mas sería despoboada a causa de los ataques de piratas y corsarios que ocurrieron en estos siglos.
Ya en época contemporánea, en torno a 1810, en el contexto de la Guerra de la Independencia se procura una fortificación de la isla. Este hecho favoreció su repoblación con operarios que acudieron de localidades costeras próximas. Se construyeron dos baterías de costa que nunca llegaron estar operativas. Son visitables los restos del «Castelo de Roda».
Entre 1835/1840, se instala una factoría de salazón de pescado, cambiando la vida de los habitantes de la isla, que se bien antes se dedicaban fundamentalmente a la agroganadería, ahora van a ver en los recursos del mar una oportunidad para mejorar sus condiciones de vida. Subministraban pescado a la factoría.
La embarcación que utilizaban era la dorna, acaso de inspiración normanda y muy adecuada para navegar en aguas abiertas. Se harían expertos en su manejo.
Del mismo modo se cultivaba maíz, centeno, patatas o hortalizas, existiendo también ganado, vacas, ovejas, cabras o cerdos. Hasta los años 60 existía un paisaje agrario.
En 1929 se estableció una sociedad mercantil dedicada al secado y comercialización de congrio y pulpo, especializándose así los habitantes insulares, en la pesca y preparación del pulpo hasta nuestros días.
Terminada la Guerra Civil la sociedad mercantil expiraría, siendo expropiada la isla en 1940 por el Estado alegando intereses de defensa nacional.
Al margen de un pequeño destacamento, la isla no tuvo ningún uso militar. Su gestión pasó en la década de los años 60/70 por diferentes administraciones del Estado, como el Instituto Nacional de Colonización, el IRYDA e ICONA. Fue transferida en los años 83/84 a la Xunta de Galicia hasta hoy en día.
En 2002 pasará a integrarse en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia junto a Cíes, Sálvora y Cortegada.
Continuará…
Leer también: Breve aproximación a la etnografía de los habitantes de la isla de Ons (I)
Imagen destacada:
Santiago Boado Aguinaga
Imágenes:
Santiago Boado Aguinaga
Plano ría de Pontevedra: Reproducción electrónica. Santiago de Compostela: Biblioteca de Galicia, 2009