Viento de primavera. Exaltación de la vida, de la primavera, eclosión, nacimiento y floración.
En la ría de Vigo, en la isla de Montefaro de las Cíes es primavera. La flora danzando al ritmo que impone el viento. Gamones, margaritas, tojos y alecríns o chorimas, armerias, jaguarzo, dedaleras, hinojos, retamas, espigas, endrinos, caléndulas, feos, helechos o angélicas hacen de su movimiento nuestras delicias.
El matorral resistiendo al viento y la salinidad imperante. En las rocas y acantilados de las islas que miran al océano, la caloplaca colora el medio.
La vegetación de las dunas, que miran a la ría no es ajena al espectáculo.
Las capuchinas, plantas exóticas naturalizadas, también contribuyen poniendo su nota de color.
El petirrojo, las mariposas y la polinización, dan cuenta de la variedad y biodiversidad existente.
Las parejas de gaviota patiamarilla están en plena época de cría, con trabajo extra, incubando los huevos, vigilando sus nidos con actitud defensiva, avisándonos de nuestra intromisión. Sus excrementos fertilizan la vegetación de los acantilados e incluso el agua salada. Beben de las marmitas en donde se acumula el agua dulce.
Una pequeña ralleira de cormoranes moñudos en época nupcial levanta el vuelo.
Islas, acantilados, cuevas marinas, granito, rocas perceberas, embates del mar, olas, viento, sal, sol, lluvia y mareas. Condiciones muy extremas que modelan el paisaje en todas las estaciones del año de este dique natural con el que cuenta la ría de Vigo, las islas Cíes.
Armonía en pimavera, fuente de vida.
Imagen destacada:
Santiago Boado Aguinaga
Música:
J.S. Bach. Coral cantata BWV 214. Orquesta y coro Vigo 430